La tecnología continúa su avance, y es por ello que cada vez sean más las situaciones cotidianas de nuestro entorno las que se vean “obligadas a sufrir” un cambio, una actualización, para dar más funcionalidad y soporte a los ciudadanos.
Una de esas situaciones podría ser la forma de gestionar el dinero hoy en día; la llamada banca online.
En esta entrada nos centraremos en las precauciones y el uso con esta nueva modalidad de banca. La mayoría de las entidades financieras se han reestructurado y adaptado a las nuevas exigencias. Cada vez más, los usuarios gestionan su dinero y productos bancarios a través de Internet.
Inicialmente, este proceso se limitaba a unas pocas operaciones, como la consulta de cuentas corrientes, préstamos… Pero todo esto ha cambiado; cada vez se realizan más operaciones de distinta índole, dando lugar a la existencia de oficinas bancarias solamente accesibles vía online.
En Internet siempre es necesario extremar la precaución, y la banca online no iba a ser menos. Las medidas de seguridad han aumentado y mejorado constantemente. Inicialmente, los usuarios disponían de una tarjeta de coordenadas para confirmar su identificación y gestiones. Actualmente, se opera con claves aleatorias de un solo uso.
El sentido común es la mayor precaución que podemos tener. No caiga en engaños en los que no caería con la banca tradicional. Además, le ofrecemos los siguientes consejos de seguridad:
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La url de acceso debe comenzar por HTTPS y aparecer un candado en la barra de direcciones. En tal caso, se trata de una conexión segura.
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El certificado del sitio web debe ser válido, perteneciente a la entidad solicitada y estar vigente.
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Recuerde que el banco NUNCA le solicitará información confidencial ni su clave por correo electrónico. Tampoco vía telefónica. Si recibe un email simulando que es de su banco y solicitándole dichos datos o un intento de acceso a un enlace sospechoso, elimínelo inmediatamente sin pinchar en ninguna opción de las que sugiere.
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No realice operaciones bancarias en sitios públicos. No utilice equipos y Wifis públicas abiertas. La información podría ser capturada por los ciberatacantes.
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Si comparte el equipo con otras personas, o utiliza uno diferente al habitual, desactive la opción de autocompletar.
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Cierre la sesión de la web bancaria cuando termine de operar. Cerrar directamente el navegador no impide que la sesión se quede abierta y otra persona pueda visualizar los operaciones que ha realizado. Y por supuesto, no active nunca la opción de recordar contraseña.
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@concienciaT